ayer fui al cine con V.. "Los lunes al sol". vino como siempre muy sexy, con una falda cortísima y medias, resaltando esas piernas tremendas que tiene.

en el viaje de ida y de vuelta tocaba sus piernas mientras (ella) conducía el coche, deseándola, excitándome tanto

lo mismo durante la película. ella se acabó acurrucando contra mí, buscando más contacto.

me molesta un poco que no sepa comportarse (bastantes veces), con esa tendencia a hablar demasiado alto, y con su deje más bien cerrado

pero es muy lista y lo compensa con "otras cosas" y con creces... mi animalito sexual

qué triste y qué contento estoy, al mismo tiempo jodido y satisfecho.

hubiese preferido que las cosas hubiesen sido de otra manera, pero también estoy convencido que ésta era la única puta salidaaaaaaaaaaaaaa (qué ganas de gritar tenía)

porque de seguir contigo, de aceptar tu reconciliación, habríamos puesto un nuevo parche, una solución insatisfactoria, una tregua: pero siguiendo en tu casa, en esa casa, con tu hermano, sin un futuro claro, sin perspectivas, y ¡joder! sin la pasión que necesito para no sentirme muerto, para no tener ganas de matarme

...mira tú qué cosa es la que acabo de decir: me gustas, pero no me haces feliz: te elegiría otra vez si te viese en un escaparate, pero seguirías siendo una mala compra para mí.

me basta con ir conduciendo el coche, escuchando una música que me guste, para obtener esa sensación placentera de no pertenecer a ningún lugar, en permanente tránsito.

desplazándome entre dos puntos, encerrado en un cubículo autopropulsado de metal y cristal, protegido del viento y la lluvia, también de las otras personas, de mi propia vida, de las obligaciones, problemas, etc.

tránsito: no estaría mal ser el viajero del espacio, el Major Tom, perdido en el éter, de eterno paseo por las estrellas.

sé que en esto que digo hay mucho de negación de la vida y de uno mismo. sí, es así.