me estoy dando cuenta: toda la música que escucho es muy triste.

abro WinAmp y, como los ánimos no están muy bien, intento buscar una musiquilla que me anime. pero nada: o triste, o violenta, o siniestra, o amarga, o...

eso es lo que tengo... y hoy no necesito nada de eso

de todos modos, experimento una cierta resistencia en pasarme a la salsa. JAJAJAJAJAJA

¡cómo llueve fuera! ¡y qué frío hace!. los días se han vuelto hostiles para nuestros complejos cuerpo-alma, que se resienten en forma de catarros y tristezas.

en el ciclo de la madre naturaleza estamos pasando por la fase de la muerte, la hibernación...

hoy me siento tremendamente triste. ¿o simplemente tengo frío?

quiero reirme de mí mismo, escupir a la cara de alguien (la mía en el espejo vale), levantarme de entre estas tristezas y ser yo mismo: burlón, preguntón, risueño, distante, orgulloso, atento, observador, pero (casi) siempre optimista.

hoy es lunes, el fin de semana acabé un poco harto de V., sentí nostalgia de M., el tiempo ha empeorado de repente... todo influye, me niego a atribuir importancias. no quiero caer en esa trampa.

y su ausencia... y las formas de vida que te impone... y el miedo a carecer de él completamente.

a veces me imagino (me aterro) en la miseria, con esa falta de instinto de supervivencia que me caracteriza... dejándome morir, por pura incapacidad.

estos pensamientos le hacen a uno sentirse vulnerable. estamos acostumbrados a obtener seguridades: todo un sistema de bienestar social parece sostenernos... pero eso es frágil, y últimamente va por malos derroteros.

o piensa en un caso como la Argentina, todo un país que se va al carajo y pasa hambre (excepto los 4 de costumbre, claro... siempre hay alguien que no aprieta el cinto: el que manda... no vaya a ser que el hambre le nuble el juicio)

queda la familia (menos mal) el que la tenga claro.